El sexo sentido con-sentido (y II), colectiva artística literaria

Observando el devenir humano desde que fue capaz de ponerse erectus, constatamos que a lo largo de nuestra historia siempre ha existido una necesidad de expresar ideas, experiencias y deseos más íntimos a través del arte. Así, el sexus, a menudo oculto pero siempre axial en la constitución del ser, ha servido como inspiración de magníficas obras en todas las disciplinas del arte como  el  cuadro El origen del mundo de Gustave Courbet en el Museo de Orsay, París, o el proyecto expositivo “El sexo sentido con-sentido (y II)” en Desván Blanco, dos originales exposiciones bajo una misma temática en la que se dan cita 11 escritores y una veintena de artistas sin censuras, a través de una visión muy libre tanto de  técnica como de  estilo.   

Códice médico-erótico de la Edad Media escrito a finales del siglo XIV o principios del XV

Speculum al joder
[tratado de recetas y consejos sobre el follar]
Esta obra se inspira en el tratado que lleva por título Speculum al foder (tratado de recetas y consejos sobre el coito) traducido de un idioma semítico que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid, nº 3356, fols. 35-54.
Se divide en capítulos, a fin de que sea fácil encontrar aquello, que el lector/a, follador/a, busque:
Cap. I. Trata de los daños que se ocasionan por el joder mucho.
Cap. II. Remedios para los daños causados por joder mucho.
Cap. III. Trata del cuándo y cómo los hombres [y las mujeres, el autor se olvidó de ellas] deben joder y protegerse del daño que por ello pueda resultar.
Cap. IV. Trata de las razones y los síntomas que se presentan a los hombres [y a las mujeres…] por los cuales deben dejar total o parcialmente de joder.
Cap. V. Trata de las curas [y ponzoñas] que son necesarias para estos males.
Cap. VI. Trata de cómo producir esperma, de aumentarla, de espesarla y de diluirla,

según el provecho y la fuerza que da al joder.
Cap. VII. Trata de las viandas y medicinas simples que aumentan el semen, e intensifican o aminoran el joder.
Cap. VIII. Trata de las medicinas compuestas [¿ponzoñas?] que benefician y engendran la esperma, y de las medicinas y lavativas que incitan al joder.
Cap. IX. Trata de los ungüentos que enderezan y dan fuerza al miembro.
Cap. X. Trata de las viandas que ayudan a joder.
Cap. XI. Trata de las viandas que ayudan a joder y de los sistemas para desearlo o aborrecerlo.
Cap. XII. Trata de las medicinas [drogas y ponzoñas] que dan placer, excitan, aumentan el deseo y perfuman.
Si el lector/a tiene alguna duda, el joder mucho alivia males del cuerpo y del espíritu y si no se ejercitan a joder aquellos que están habituados y lo dejan se les apostema la verga o los cojones y a la mujer le entran calenturas inexplicables.
CONCLUSIÓN: joda mucho y no pierda el tiempo y, si es en tiempo de pandemias, mejor.

Román Hernández (autor de esta obra y Comisario de la exposición colectiva “El sexo sentido con-sentido (y II).

José Luis Toribio, Sin título, 2023,

Rando Santos

Al fin contigo
Siempre quise tenerte desnuda frente a mí. Fantaseaba con los detalles y ahora que puedo conseguirlo me siento, no obstante, desconcertado. Me deleitaba en imaginarlo todo: tus senos liberados al fin de su cerco de algodón, tu sexo custodiado por una selva rojiza y retorcida. Sabía que tarde o temprano iba a suceder, mas nunca de esta forma. Dios tiene sus maneras, yo a la verdad no entiendo. Perdóname, mi amor, pero no puedo. Por primera vez me negaré. No me importan las consecuencias. Saldré de aquí, y le diré a mi compañero que lo haga porque para mí, tu cuerpo no puede ser una autopsia más.

Sema Castro, Costa citerea II, 2009,
Rando Santos

Macarena Nieves Cáceres

Flor de piel
Y me toco y me sé transparente, me adentro por mis ojos oscuros, dejándome mecer por la miopía graciosa de las pupilas de aguaviva y me llego hasta la boca sellada. Comienzo a jugar con la lengua, como recién tomados los polvitos pica-pica de cuando niña, y dejo bullir las palabras libres, adentro, latiéndome. Los labios se me colman de besos que se vuelcan pájaros al contacto con mi pelo, surcado por un arcoíris que viene anunciándome gotitas de agua como de lluvia, que se me deslizan hasta el pecho, proyectando su humedad tibia a mis brazos en forma de golondrinas, que parecen alzar su vuelo más alto. Y me siento las manos llenas de caricias y me toco el cuerpo y me huelo la piel y me redibujo, anclándome allí en mis redondeces: el rostro, las manos, las caderas… y me sonrío abrazándome. Me cosquilleo el ombligo diminuto y bajo hasta mi pubis suave, dejándome entretener en el enredo sensual de sus rizos negros y me voy haciendo la hormiguita hasta las rodillas, que se lanzan en caída libre a mis pies, chasqueando uñas con uñas, dedos con dedos y me mezo, me arrullo en mi carne y me siento transparente. Como hueco libre abierto al mundo, en mi sudor más íntimo. Capaz de abrazar la vida plena, que no viene a ser otra más que esta que me lleva a ser yo misma.
Y a flor de piel comienzan a retoñarme pasiones nuevas.    (continúa en catálogo)

Sara Gutiérrez, Sin título, 2023
Amelia Pisaca, Gran Meleé con Estrellas Voyeur, 2013,

Marlene E. García Pérez

Cartas desde Tenerife
(Él)
Mi amada se regodea entre las sombras,
espera la oportunidad
para dejar sus huellas en mi pecho.
Busca una ocasión para poseerme,
se detiene en esa especie de limbo
con el que me ha protegido,
Me miro en el recuerdo de sus ojos y temo
porque hay cierta candidez en su retina,
cierta benevolencia.
Sabe hasta qué punto llega,
se siente al borde de la catástrofe.
Mi amada ignora dónde la felicidad se encuentra.
Yo sé que está
en el desbordamiento de mis abrazos.                         

Tarek Ode, Sin título, 2010
Pedro Barreiro, Hot cooki, 2023

John Albeth Lovals

No soy un niño difícil
Salpicó de sangre toda la cocina. Aún tengo manchas en el short y en los tenis. La pobre soltó un chillido espantoso y mi susto fue tan grande que por, un momento, quedé parado. Ella se apretaba la mano contra el pecho y se retorcía. Luego cayó de rodillas. Debe haberle dolido. Se le fueron los colores de la cara y en sus ojos llenitos de lágrimas había tanta tristeza que me dieron ganas de gritar también, pero un nudo se me atascó en la garganta. “Mamita, ¿qué hice?” Sentí un frío en el estómago que subió hasta congelarme las orejas. Comencé a sudar. Antes de que llegaran los demás y me vieran, corrí y busqué en todas las direcciones. Pude colarme debajo de la cama. Desde el escondite escuché los pasos agitados. Los lamentos de mis padres me asustaron más: Pero, ¿qué sucedió? ¿Por qué? ¡Dios mío! Me llamaron varias veces. Seguro querían castigarme. Pero no salí, no podía salir. Por el ajetreo de voces creo que se llenó la casa de vecinos chismosos. Las frases de ¡Se desangra! ¡Se desangra!, hizo que la cabeza me diera vueltas. Vomité un líquido amarillento y ácido que me raspó la garganta. Con la prisa se olvidaron de mí, cerraron la puerta y se fueron. Quedé solo, en silencio. El tun tun tun tun de mi corazón lo escuchaba con nitidez. Luego Susi pudo encontrarme. Aullaba bajito y su lengua caliente no me daba risa cuando lamía mis manos. También se encargó del vomito del piso. Tuve miedo. Tengo miedo. Cuando vuelvan del hospital, ¿qué van hacerme?
A la prima Ana la quiero tanto, tanto que no sé si podré separarme de ella. Lleva tres años viviendo con nosotros. En su pueblo no hay escuelas de arte. Estudia Artes Plásticas. En sus manos, dice papá, el barro toma forma de vasijas y jarrones. Y de la madera sabe sacar figuras y rostros, principalmente, rostros.    (continúa en catálogo)

Julio Almeida Martín, Proserpina y demás historias, 2024
Manolo Yanes, Orchidee kabarett, 2022-23,

Ramiro Rosón

Gomer
Dijo Yahvé a Oseas: Ve y toma por mujer a una prostituta
y engendra hijos de prostitución,
pues que se prostituye la tierra apartándose de Yahvé.
(Oseas, 1, 2)
Yo soy Gomer, la impúdica, la infame,
la puta malcasada con Oseas,
profeta de Israel, según mandatos
de un dios al que jamás he conocido.
Ni una sola palabra de mi historia
pude escribirla yo: sin consultarme,
la hicieron los varones de mi tribu,
quienes me destinaron a mi esposo
como negra paloma, como inútil
ofrenda para un tálamo desierto. 

Víctor Ezquerro Barrera, El orto, 2023,

Alejandro Martínez Sánchez

Sinfonía de un combate nocturno
La noche llora.
Nos amenaza con su voz de trueno.
Empuja los arbustos con violencia.
Nos burlamos.
Bajo las órdenes de mi silencio te desvisto.
La noche te envidia.
Poema épico que nos invita a un combate prohibido.
Me alisto a conquistar tu territorio.
Mis besos son puñetazos.
Intentas resistirte.
Golpeo tus senos con demencia.
Me miras, suplicas…
Te recuerdo:
No existen pactos entre conquistadores y nativos.
Forcejeamos.

 (continúa en catálogo)

Gervasio A. Cabrera, Erótica difusa II,

     Jorge de la Torre

Akira
Sí, en efecto:
Ella
sus nudos
y poleas
me subieron,
completamente atado, hasta las vigas.
Fui su lámpara,
giré —planeta de carne—,
aunque alumbrase ella:
dominatriz de Oriente,
avezada maestra del Shibari.
Luego azotó mi espalda,
mordió mis dedos,
hizo de mí su fugu devorable,
y reía,           

Antonia Bacallado, Brote vegetal picante, 2023,
José Luis Luzardo, Sin comentarios, 2022
Tomás Oropesa, Encuentro sexual, 2024,

Déjate tentar por toda la creatividad materializada de artistas y  escritores que nos ofrecen sus muy personales visiones del sexo desde sorprendentes perspectivas.  Una exposición que algunos podrían considerar provocadora pero que a otros se nos antoja necesaria, estimulante y plena de sentido.

 En este catálogo el lector podrá degustar la totalidad de las obras que forman parte de esta muestra.

Román Hernández, comisario de la colectiva  “El sexo sentido con-sentido (y II)” nos habla de la iniciativa:

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