Se dice que el punto de vista personal de un creador se consolida como su firma. El artista canario protagonista de este artículo pasó 25 años fuera de España viviendo las experiencias culturales de dos naciones con marcadas diferencias. Venezuela, donde emigra con su familia a los 19 años encontrando su vocación de pintor en la veintena; Alemania, centro cultural europeo que en los años ochenta le llevará a compartir galerista en varias ocasiones con la generación de los “Jóvenes Salvajes” de Colonia. Una trayectoria vital, con percepciones diversas de los mundos transitados, que deviene a golpe de pincel en identidad propia.
50 años en la pintura
Propuesta expositiva con la que el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife reabre sus puertas al finalizar el sexenio restaurativo. Constituye un recorrido por medio siglo de la creación artística del pintor tinerfeño, Néstor Santana, presentando treinta obras realizadas entre 1978 y 2023. El trabajo está ordenado en sus diferentes etapas con la intención de mostrar la evolución de su lenguaje pictórico.
“Tengo la costumbre de hacer una exposición en Tenerife cada diez años, sobre todo pensando en los coleccionistas que tienen obra mía tal que puedan ver lo que he hecho en este tiempo. Aquí amplío la propuesta con trabajos de toda mi carrera” señala Santana.
Su búsqueda gira alrededor del ser humano y trata de indagar diferentes facetas de la vida con lenguajes que entronquen con la verdadera existencia. “En las últimas obras he tratado de incorporar el espacio, el paisaje onírico de nuestras islas, pero desde una perspectiva más homérica mezclada con la actualidad”.
Grupo Terpentin
En 1978 deja América del Sur y regresa al archipiélago canario. Son varias las exposiciones de esa época que realizará entre Venezuela y Canarias, encuadrado postreramente en la Generación de los 70, al amparo de la Sala Conca. Su evolución es paulatina, sin pausa, y en 1987 decide vivir en Alemania donde tomará contacto con los “salvajes de Colonia“y cofundará con algunos de ellos el grupo Terpentin, realizando varias exposiciones por Europa.
“Lo creamos en la ciudad de Colonia, el ruso Joseph Kiblisky (hoy jefe de Curadores del Museo Ruso de San Petersburgo) y un grupo de artistas alemanes, con el objetivo de traer pintores rusos a Occidente así como de hacer exposiciones nuestras en Moscú y San Petersburgo. Hoy día conservo mi amistad con Kiblitsky y en el catálogo hay un texto escrito por él sobre mi trabajo” apunta Néstor.
En 1992 regresa a Tenerife con una madurez expresionista que se percibe en unas obras llenas de emociones.
Gamas de color
Si comparamos las obras más recientes de Santana con las de períodos anteriores, vemos una transformación en esta última década muy notable en cuanto a una potencia cromática mucho más presente: «Se ve que al vivir en Canarias, con estos paisajes extraordinarios que también he incluido en los cuadros, me he contagiado». El autor reflexiona sobre este aspecto y recuerda que hace años, cuando realizaba sus viajes fuera de Canarias, se percató de que en las Islas eran habituales los tonos quebrados y un uso muy comedido del color, mientras que en el resto de Europa la paleta era mucho más rica.
Juventud por un arte genuino
Aunque en la actualidad siente que la actividad cultural ha sufrido una recesión en las Islas, ve a bastante gente joven interesada en su proyecto al visitar la exposición; incluso muchos de ellos pasan tiempo delante de sus cuadros preguntándole con afecto.
Es su deseo que los nuevos creadores, sedientos de arte, permanezcan en su “verdad”, expresando lo auténtico sin cortapisas en la forma de un mundo personal. Esta es, a su entender, la manera de realizar una obra del modo más real y satisfactorio, y el sentido último de la actividad artística que impacta en las estructuras profundas del espectador.