Un Spanish speaker que haya vivido por tierras anglosajonas, inevitablemente habrá convivido con la amalgama de elementos léxicos y morfológicos de las lenguas española e inglesa como entidad de una mixtura de dos culturas que quedan reflejadas en un lenguaje que una parte del ámbito académico considera el Spanglish. Testimonio de esta manifestación del cambio de código, que se vive en América del Norte, es el artista cubano Raúl Cordero (La Habana, 1971), uno de los referentes de la nueva pintura cubana, con una gran trayectoria internacional, que ha llegado a España con una propuesta unitiva.
“La muestra tiene mucho que ver con mi condición cubana. Fuimos colonizados por España y hablamos español pero a la vez estamos americanizados, por lo que me doy cuenta de que hablo de una forma distinta y en España se me entiende como a mitad. Hablo palabras del inglés mezcladas con el español”, puntualiza el artista conceptual.
Spanglish Drama
Este proyecto expositivo reúne varias líneas creativas corderianas: por un lado, una serie de lienzos inspirados en vídeos virtuales que sirven como promocionales del Palacio Real de Madrid. Estas piezas pintadas en acrílico están basadas en fragmentos pequeños y desdibujados de esas grabaciones mezcladas con viñetas gráficas decimonónicas de la prensa y la industria editorial británica sobre las que el artista vuelve a pintar. “Tengo toda una línea de trabajo sobre obras neobarrocas basadas en estos ambientes”, indica Cordero, a raíz de haber pasado su infancia en una casa colonial que el gobierno cubano cedió a su padre.
Capacidad de mutar
Interesado en materializar una obra que se vuelva poesía y le ayude a explicarse el mundo de su realidad bilingual, realiza piezas que tienen que ver con su interés por el «nanomundo», videopoemas y una de sus también reconocidas esculturas hechas con luz. “De ahí, que sus palabras en instalaciones de luces, nos remitan a una especie de eterno ready-made, un renombramiento de la palabra hecha luz; porque eso es lo que las palabras arrojan, claridad, luz, belleza sobre las cosas que nombran” desvela Omar Pacual Castillo, comisario de la muestra.
En este “entrejuego”, en la naturaleza del mundo físico y la aparente dualidad de nuestro lenguaje, el artista expresa una búsqueda en la cual las palabras interactúan de cierta manera para crear significados. Comenta Omar Pacual “Si «algo» tiene capacidad de mutación, ese «algo» es la lengua. Gracias a esas derivas los idiomas no dejan de enriquecerse mezclándose, por lo general, transgrediendo fronteras o colonizándolas. Pocas veces esto ocurre de manera no violenta, pero esas veces ocurre por un proceso de sedimentación, capa a capa. Los lenguajes han evolucionado exponencialmente en los últimos cincuenta años, desde que el planeta se globalizó. Todo hoy día es idioma”. .
Recreo semántico
Es en el taller de Cordero donde el entredeux de lo científico y lo creativo ya no son alternativas antagónicas; se reencuentran en sus lienzos, una partícula de color por aquí, una fotografía en movimiento pintada con aerógrafo por allá, la descripción de un mundo híbrido de representaciones lingúísticas donde el artista expresa una búsqueda en la cual las palabras interactúan de cierta manera para crear significados duales.
En definitiva, el arte de plasmar acrónimos y juegos de palabras en un sortilegio de formas y colores se ha materializado en la galería Artizar de la mano de Raúl Cordero representando con su obra el “otro arte cubano”.
Ya sabes que cuando alguien te diga: -Si solo tienes arte… you dont need anything else babe.